Es el día, debe de ser el día, definitivamente....es el día.
Quizás por que la música de Nina Simone me acompaña. Quizás sea por la pulcra lluvia melancólica que asoma desde esta mañana o posiblemente haya sido el eco que ha llegado a mis oídos mientras estoy aquí sentada, escribiendo este blog, y que ha distraído mi atención haciéndome salir a la calle para escuchar un grupo de niños imitando el sonido del viento. Lo cierto es que de repente me he dado cuenta que al igual que mi alma negra .... I´m feeling good (me siento bien).
Hay una conexión cierta entre las emociones y la salud, y es que ser consciente que los pensamientos, sentimientos y comportamientos mal canalizados, pueden afectar a nuestra salud física. Así que la afirmación, aunque parece tonta, para muchos que han comenzado a leer este blog , es algo identificativo.
Los traumas y los bloqueos emocionales pueden almacenarse en alguna parte de nuestro cuerpo, afectando a la capacidad de óomo lo sentimos o incluso de cómo moverlo.
Muchas de nuestras enfermedades pueden tener origen en tensiones y problemas emocionales desde nuestra infancia e incluso desde que estamos en el vientre materno, lo que quiere decir que somos nosotros mismos quienes podemos efectuar cambios a nivel genético en futuras generaciones. Las creencias, valores y experiencias son transmitidas de forma que en muchas ocasiones podemos adquirir una conducta en la cuál cada persona construye su propia realidad, muchas veces es esa realidad la que no satisface nuestras expectativas.
"Peces en el mar, sabéis cómo me siento
Río que corre libre, sabes cómo me siento
Flor en el árbol, sabes cómo me siento"
"Peces en el mar, sabéis cómo me siento.
Río que corre libre, sabes cómo me siento.
Flor en el árbol, sabes cómo me siento".
Por supuesto que sabemos como nos sentimos, pero no tanto cómo lo canalizamos.
La huella que dejan las emociones (Ira, rabia, envidia, soledad, tristeza, humillación, abandono.....) puede ser visible y creer que no causan dolor físico (arrugas faciales), pero éstas son solo un un signo de que nuestra salud no va bien.
Es un aviso de nuestro cuerpo que nos dice: dejar huella no es lo mismo que curar cicatrices, ya que esta última puede ser la marca de un dolor que no hemos deseado y no quisiéramos tener:
- Inapetencia
- Contracturas
- Molestias digestivas
- Incontinencia urinaria
- Vértigos
- Dolor musculoesquelético
- Sudoración
- Dolores de cabeza
Esta es sólo parte de las alertas que nuestro cuerpo manifiesta.
"Estrellas cuando brilláis, sabéis como me siento.
Aroma de pino, sabes como me siento.
Oh, la libertad es mía
Y sé lo que siento."
Somos nosotros quienes debemos resurgir y si cabe, con más fuerza.
Buscar el origen de nuestras dolencias más allá de la estructura corporal, puede ser la solución a tanto remiendo. En el dolor emocional, tratar la causa mecánica es solo un parche con una respuesta repetitiva y temporal. Tenemos que aprender a comprender que nuestra dolencias emocionales tienen solo una solución y está en nuestras manos.
Buscar el equilibrio cuerpo-mente ayudará a que te sientas mejor física y mentalmente. Pedir ayuda especializada cuando uno por si solo no puede, es una buena decisión.
Hay solo una respuesta, ya que lo importante...eres tú.
Es un nuevo día
Es una nueva vida
Para mí
Y me siento bien".
2 comentarios
Con el tiempo me he dado cuenta que si tomamos conciencia de escuchar a nuestro cuerpo muchos problemas de salud se solucionarían sin marearnos tanto con químicos que lo que hacen es empeorar la situación y crear una dependencia de los fármacos.
Cuanta razón tienes querida amiga. Gracias por tus artículos.
Un abrazo fuerte
Hola Eva, totalmente de acuerdo con tu publicación
un abrazo